"Gracias, Señor, por llamarnos a ser tus discípulos; danos un corazón que discierne y busca siempre seguir tu voluntad".
Gregoria Ruiz
Qué nos convoca?
Este es un año de celebraciones para conmemorar el Centenario de la Aprobación de la Institución Teresiana a perpetuidad por la Iglesia Católica por parte del papa Pío XI.
Los orígenes de nuestra Institución
Testimonios Comunidad IT
Yo creo que nací como una mujer de Fe, mis padres me la fueron traspasando también suavemente. En 3° básico preparándome para la primera comunión comencé a «agarrarme» de la mano de Jesús conscientemente. El día que lo recibí por primera vez ocurrió para mí lo más importante: no querer soltar su mano, lo sentía conmigo enseñándome a AMAR, nunca estaba sola. Igual que ahora. Toda mi vida han ido pasando ángeles que viven a Jesús igual que yo, caminamos, crecemos, sufrimos, gozamos, pero estamos con Él. El amor, mi pololeo (6 años) , el matrimonio, mi marido, mis 4 hijos, mis 10 nietos: mi familia, todos ellos con Jesús de la mano. Quise vivir mi vida caminando con muchos que aman a Jesús, compartir, ORAR, hablar de Él, gozar, ser más feliz y cumplir mejor mi misión, nuestra Misión. Esto es la IT para mí. Cristo es el CENTRO, nos ama, está siempre con todos y todas y nos ayuda a ser más felices. Cuando la conocí, muy segura dije aquí está mi lugar, me preparé, la amé y la amo y luego me comprometí con CRISTO, con la IT y con mi familia. Todos la conocen y la respetan y saben lo que ha significado para mí.
Ana María Arenas
«Llevo trabajando 25 años como Administrativo en un colegio de la Institución Teresiana. Aquí es especial, se vive un ambiente que no se da en otros lados, no solamente con los profesores, con las teresianas, con los alumnos, con los papás sino con todos; en realidad, venir a trabajar aquí cada día me da energía para muchas cosas y a través de esta construyes tu persona, tu futuro, tus proyectos con las teresianas, para mi es una bendición y estoy agradecido, me siento parte de la familia teresiana.»
Juan Carlos Soto
«Conocer la Institución Teresiana y sentir el llamado de Dios para mi fue inesperado. He sido muy feliz, aprendí a darme con alegría a los demás a hacer que sean felices, que se valoren, sacando lo mejor de sí, a que se encuentren con el Señor como yo me encontré y a seguirlo a pesar de nuestras caídas y debilidades. Jesús me llevó de la mano hacia su Madre, con ella he sido fiel en mi vocación y confío en que ella me llevará de la mano cuando sea el momento, sin soltarme al encuentro con su hijo.»